Los bárbaros campean por la Facultad de Filosofía impunemente ¿Quien es el 
responsable de esto? ¿Es el mismo responsable quien debe y puede ponerle 
remedio?. Seamos honestos. Lo ocurrido se veía venir. 
Creo que la responsabilidad debemos compartirla entre todos: funcionarios, 
bibliotecarios, profesores, autoridades, estudiantes, carabineros, etc. Todos 
debimos haber hecho “algo” (o algo más) que no hicimos oportunamente, para 
impedir que el desgobierno llegase a este extremo. Ojalá que este golpe nos 
sirva para construir un nuevo consenso: las manifestaciones de cualquier signo 
deben tener un límite. Una Universidad en la que los libros se queman, por la 
razón (o sinrazón) que sea, no es una Universidad. Entiendo que esto es 
indiscutible. Pero este no es el problema. El problema es que el límite de lo 
legítimo o aceptable fue rebasado mucho antes del martes 28 de noviembre. El 
problema no nace con la quema de libros. Con la quema de libros el problema 
termina (o, por lo menos, cabe la posibilidad de que así sea).
Mauricio Folchi
viernes, 1 de diciembre de 2006
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