jueves, 30 de noviembre de 2006

De prof. Raïsa Kordic

Hay universidades en Chile y en otras partes del mundo que simplemente
expulsan, de manera inmediata, a los alumnos implicados en hechos como
estos. Puede ser una medida dura, pero es eficiente.
Una vez yo hablé con los porteros, porque vi la reja medio destrozada
y me dio mucha rabia constatar cómo una y otra vez nuestra facultad,
que es pobre, debe gastar dinero en reparar destrozos en vez de
gastarlo en renovar y actualizar la biblioteca, en becas y tantas
otras cosas realmente necesarias y positivas. En fin, el portero me
dijo que los encapuchados, alumnos de nuestra facultad, están
totalmente identificados. A esos individuos deberíamos expulsarlos
inmediatamente, y dejar en claro que a los que sigan en
manifestaciones de índole delictual les ocurrirá lo mismo. Además, los
porteros deberían tener autorización para reducir a la gente que
empiece estas manifestaciones y llamar a carabineros para que los
lleven detenidos. A lo que debería seguir la inmediata expulsión,
claro está.
Una cosa es protestar con paros, marchas pacíficas, pronunciamineots
escritos, etc., pero otra demasiado distinta e inaceptable es la
sistemática y permanente delincuencia que tenemos que tolerar.
Quizá habría que solicitar al rector que autorizara que todo esto
fuera aplicable a nuestra facultad. Obviamente, hay medidas de largo
plazo que deben apuntar a solucionar el origen de todo esto, pero de
momento creo que debemos acordar medidas de esta índole: ¿quiénes y
dónde las proponemos?, ¿alguna carta firmada por la gran mayoría de
los académicos de la facultad?
Un abrazo.

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